scars

lunes, 4 de abril de 2011

Me senté entre el cristal de la ventana y los barrotes a escuchar un poco de sonidos transmitiendose de un lado al otro en mis oídos, el viento soplaba una fuerte brisa, el cielo se volvía grisaceo y azul a la vez, todo rededor yacía muy blanco; extrañaba el color. Rememoré cada instante que mi mente guardaba en lo más profundo de ella. Extrañaba el color. Me siento en el mismo lugar, todos los días, no es lo mismo, sigo viendo el blanco. Las risas se ausentan, el sol ya no cae sobre nosotros, falta el color en sus sonrisas. Extraño aquel angosto pasillo y las paredes azules con pececitos nadando por allí; aquel recobeco dónde me chistaba para que salga al patio cuando el sol era más fuerte, la cercanía y calor de todos nosotros. Extraño el color. El sentarnos todos juntos en ese escalón, tal vez sin hablar. Aquellas puertas que al instante que entrabas se llenaba de risas y alegrías todo el tiempo. Su cuerpo y estructura ya no es la misma. El sentimiento se va poco a poco. Extraño el color.

1 comentario:

Lulú. dijo...

extraño las peceras, el fader del año pasado