Bueno, ésto va a doler. El proceso por el cual va a pasar esta incisión será totalmente doloroso. Como un dolor de muela convertido en una carie pudriendose en tu diente para luego extirparlo, pero no sólo extirparlo y alivianar el dolor con la anestecia, claro que no, aquí, no hay anestecia, ni más ni menos. No podremos dormir al dolor, hay que vivirlo y sentirlo, el sudor va a gotear por tu frente y  las lágrimas van a caer de tu rostro, tal vez derrames un poco de sangre, pero tranquilo, no demasiado, vas a seguir viviendo; o al menos muchos siguen viviendo, a menos que el dolor sea tan fuerte que puedas apuñalarte a vos mismo. O tal vez, de tanta tempestad sentimental tu corazón decida explotar en el medio de la agonía. Pero algunos dicen que no se puede morir de amor ¿no? Si, exactamente, no estoy hablando de muelas y caries. Así es el amor. Una maldita muela podrida en la ultima fila de los dientes, más allá de todo lo que se puede ver. Aunque algunos afirmen que no se puede morir de amor, estudios revelan la afirmación: al sentir la angustia del sufrir por aquel grotesco y hermoso sentimiento al cual llamaremos en esta vida, amor, el corazón comienza con sus palpitaciones elevandose cada minuto un poco más hasta llegar al punto extremo de explotar en uno mismo; bueno, está bien, seré un poco menos dramática y dolorosa: un paro cardíaco. Eso es. Entonces existen aquellos que "supuestamente" no creen en el amor, porque han perdido una fé de la cuales, en este preciso momento, son ateos. Pero el amor no es Santa Claus, el amor es algo tan abstractamente real. Pero, si bien, podríamos decir que fue un paro cardíaco, bueno, claro que lo es, pero ¿las razones? Sí, exactamente, el amor. Como aquellos crimenes pasionales, que en el término policiaco podría tratarse de sólo un asesinato, pero ¿las razones? Exactamente de vuelta lo abstracto. Eso es el amor, un paro cardíaco, un maldito asesinato, o un estúpido dolor de muelas de la mente, dependiendo de su grandeza.